Page 25 - Todo es Posible
P. 25

¡Todo es posible!


            vir. También, aprendimos creencias, maneras de expresar-
            nos, valoraciones frente a nuestros propios sentimientos,
            formas de actuar, de mostrarnos -o no- frente a los demás,
            en suma, una serie de maneras para adaptarnos al medio en
            el que nos ha tocado crecer.
            Estas creencias o valoraciones que nos van transmitiendo,
            tampoco son propias ni genuinas de nuestros padres o per-
            sonas criterio: ellos, a su vez, los han recibido de otros, y
            éstos de otros más, y así, sucesivamente, en una larga cadena
            de actitudes tan extensa y antigua como la vida misma.
            En un principio es de esperar que sean los padres quienes
            trasmitan cuáles son los valores que se deben incorporar y
            cuáles no, pero cuando el niño va creciendo esos criterios
            recibidos pueden no coincidir con lo que él realmente es.
            Por lo tanto no lo nutren y ese niño no tiene la posibilidad
            de dejarlo de lado. ¡Se quedó trabado! Su vida comienza a
            llenarse de “deberías” y “tengo que” que le son ajenos pero
            que él los toma como propios.
            Aceptar los “deberías” se llama “introyectar”. Es como si nos
            pusieran una inyección de una sustancia que nos es ajena:
            más tarde o más temprano nos va a producir alergia.
            Este es el conflicto que las personas normales tienen en al-
            gún momento.

            Aquí podríamos preguntarnos: ¿Es normal, entonces, sen-
            tir este malestar?...

            La respuesta es sí. Es normal tener valores de otros acepta-
            dos como propios sin saber que no son nuestros, porque este
            es el proceso de aculturación en el que nos hemos formado.


                                        5
   20   21   22   23   24   25   26   27   28